Los Ecosistemas de México
Ecosistemas terrestres
La primera definición de ecosistema fue
propuesta por Tansley en 1935 como "Complejo integrativo y holístico que
combina los organismos vivos y el ambiente físico dentro del mismo".
Recientemente algunos otros autores lo han definido como cualquier sistema
relativamente homogéneo desde los puntos de vista físico, químico y biológico,
donde poblaciones de especies se agrupan en comunidades interactuando entre sí
y con el ambiente abiótico (Karr 1994, Pidwirny 2000). En general, se puede
considerar un ecosistema cualquier sistema que comprenda entre sus componentes
productores, consumidores y descomponedores que estén vinculados a través de
relaciones interdependientes; entre ellos y con un medio abiótico (Priego,
2002). A su vez un ecosistema alberga diferentes tipos de hábitat, entendiendo
hábitat como el “sitio específico en un medio ambiente físico, ocupado por un
organismo, por una población, por una especie o por comunidades de especies en
un tiempo determinado” (LGVS título I, Art. 3, 2000).
En México existe mucha información
sobre la composición florísitca de los ecosistemas, pero hay pocos estudios
sobre su estructura y funcionamiento, que permitan entre otras cosas evaluar su
productividad y su capacidad de recuperación ante diferentes tipos y grados de
perturbación (Maas y Martínez-Yrízar, 1990). A pesar de que la clasificación de
la diversidad de ecosistemas que existen en nuestro país, se ha abordado desde
distintos criterios, coinciden en usar como principal criterio de clasificación
los tipos de vegetación, por lo que en los siguientes párrafos se hará una
revisión de los tipos de vegetación de México basados en la clasificación de
Rzedowski, 1981, con Información del INEGI.
·
La selva alta perennifolia también
conocida como bosque tropical perennifolio, se caracteriza por ser la más
exuberante gracias a su clima de tipo cálido húmedo con una temporada sin
lluvias muy corta o inexistente, por lo que el agua no es un factor limitante.
La altitud en la que se le puede encontrar varía entre los 0 a 1,000 o 1,500
msnm, su temperatura varía entre 20° C a 26°C, y su precipitación mínima es de
1,500 a 4,000 mm al año. En nuestro país su distribución comprendía desde la
región de la Huasteca, en el sureste de San Luis Potosí, norte de Hidalgo y de
Veracruz, hasta Campeche y Quintana Roo, abarcando porciones de Oaxaca, de
Chiapas y de Tabasco, aunque en la actualidad gran parte de su distribución
original se ha perdido por actividades agrícolas y ganaderas. Las áreas mejor
conservadas se encuentran en el sureste en la Península de Yucatán, en la
“selva Lacandona”, en el noreste de Chiapas y en la “selva el Ocote” en la
región limítrofe de Chiapas, Oaxaca y Veracruz. La composición florística del
bosque tropical perennifolio es muy variada y rica en especies, aunque llama la
atención que pocas de ellas sean endémicas. Predominan árboles de más de 25 m
de altura, que permanecen verdes durante todo el año como el Manilkara
zapota, o “chicle”, cuyo látex es utilizado como goma de mascar, o el Bernoullia
flammea o “platanillo”, así como numerosas especies de orquídeas que crecen
sobre los árboles y helechos de diferentes formas y tamaños. También se pueden
encontrar una buena representación de epífitas y lianas las cuales confieren a
estas comunidades vegetales su particular fisonomía (Rzedowski &
Equihua,1987). Dentro de las especies que sobresalen por el uso que el humano
le ha dado está Discorea composita o “barbasco” que ha sido muy
utilizado para la síntesis de hormonas esteroides.
·
La selva mediana también denominada
bosque tropical subcaducifolio, se caracteriza porque cuando menos la mitad de
sus árboles pierden las hojas en la temporada de sequía. Se distribuye entre
altitudes entre 0 a 1,300 m, con temperaturas entre 0°C a 28 °C y con
precipitaciones anuales entre 1,000 a 1,600 mm. En general se considera que se trata
de bosques densos que miden entre 15 a 40 m de altura, y más o menos cerrados
por la manera en que las copas de sus árboles se unen en el dosel. Entre sus
formas arbóreas se pueden encontrar ejemplares de Enterolobium cyclocarpum,
conocida como “parota” o “guanacaste”, Cedrela mexicana o “cedro rojo”
así como varias especies de Ficus spp. junto con distintas especies de
lianas y epífitas. Su distribución geográfica se presenta de manera discontinua
desde el centro de Sinaloa hasta la zona costera de Chiapas, por la vertiente
del Pacífico y forma una franja angosta que abarca parte de Yucatán, Quintana
Roo y Campeche, existiendo también algunos manchones aislados en Veracruz y
Tamaulipas (Rzedowski & Equihua, 1987. Gran parte de área ocupada por la
vegetación original, es usada ahora para agricultura nómada, de riego y
temporal, así como para cultivos principalmente de maíz, plátano, fríjol, caña
de azúcar y café. En este último caso, se mantienen árboles para proporcionar
sombra. También alunas especies de árboles son usadas con fines maderables.
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La selva baja conocida también como bosque tropical caducifolio, es característica de regiones de clima cálido, que se desarrolla entre los 0 a 1,900 msnm, con una temperatura media anual de 20 a 29°C, que presenta en relación a su grado de humedad, una estación de secas y otra de lluvias muy marcadas a lo largo de año, por lo que su precipitación media varía de 300 a 1,800 mm. Son comunidades relativamente bajas, que en condiciones poco alteradas suelen ser densas con árboles de hasta 15 m de alto, más frecuentemente entre 8 a 12 m. Pueden presentar colores llamativos y pierden las hojas en forma casi total durante un lapso de 5 a 8 meses del año. Este tipo de vegetación es más bien propio de la vertiente pacífica del país, cubriendo grandes extensiones casi continuas desde el sur de Sonora y el suroeste de Chihuahua hasta Chiapas, así como parte de baja California Sur. En la vertiente del Golfo se presentan tres franjas aisladas mayores: una en Tamaulipas, San Luis Potosí y norte de Veracruz, otra en el centro de Veracruz y una más en Yucatán y Campeche (Rzedowski & Equihua, 1987). Entre las especies más frecuentes de este tipo de vegetación se encuentran la Bursera spp “cuajiote” o “copal”, Ceiba aesculifolia “pochote” e Ipomea spp, entre otras. En este caso, no son frecuentes las plantas trepadoras ni las epífitas, sin embrago, son comunes cactus de formas columnares, como Neobuxbaumia “gigante”. A pesar de que este tipo de vegetación representan zonas de gran diversidad y endemismos, actualmente es un ecosistema que se encuentra seriamente amenazado, con una tasa de destrucción de alrededor del 2% anual.
La selva baja conocida también como bosque tropical caducifolio, es característica de regiones de clima cálido, que se desarrolla entre los 0 a 1,900 msnm, con una temperatura media anual de 20 a 29°C, que presenta en relación a su grado de humedad, una estación de secas y otra de lluvias muy marcadas a lo largo de año, por lo que su precipitación media varía de 300 a 1,800 mm. Son comunidades relativamente bajas, que en condiciones poco alteradas suelen ser densas con árboles de hasta 15 m de alto, más frecuentemente entre 8 a 12 m. Pueden presentar colores llamativos y pierden las hojas en forma casi total durante un lapso de 5 a 8 meses del año. Este tipo de vegetación es más bien propio de la vertiente pacífica del país, cubriendo grandes extensiones casi continuas desde el sur de Sonora y el suroeste de Chihuahua hasta Chiapas, así como parte de baja California Sur. En la vertiente del Golfo se presentan tres franjas aisladas mayores: una en Tamaulipas, San Luis Potosí y norte de Veracruz, otra en el centro de Veracruz y una más en Yucatán y Campeche (Rzedowski & Equihua, 1987). Entre las especies más frecuentes de este tipo de vegetación se encuentran la Bursera spp “cuajiote” o “copal”, Ceiba aesculifolia “pochote” e Ipomea spp, entre otras. En este caso, no son frecuentes las plantas trepadoras ni las epífitas, sin embrago, son comunes cactus de formas columnares, como Neobuxbaumia “gigante”. A pesar de que este tipo de vegetación representan zonas de gran diversidad y endemismos, actualmente es un ecosistema que se encuentra seriamente amenazado, con una tasa de destrucción de alrededor del 2% anual.
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El bosque espinoso se caracteriza
porque en su mayoría está compuesto de “arboles espinosos” como el mezquite, Prosopis
sp, Acacia cymbispina “quisache”, Hematoxylon campechianum
“tintal”, Ipomea arborescens “palo blanco”, Bursera confusa o el
cactus, Pachycereus pecten-aboriginum “cardón”. En general es difícil
delimitarlo porque pasa de manera paulatina a ser bosque tropical caducifolio,
matorral xerófilo o pastizal, de tal suerte que se encuentra en “manchones”
entre estos tipos de vegetación, ocupando en nuestro país aproximadamente el 5%
de la superficie total. Se distribuye desde los 0 hasta los 2,200 msnm en
terrenos planos, existiendo en una gran variedad de climas que incluye desde
cálido a templado y semihúmedo a seco. La temperatura varía de 17 a 29° C con
precipitaciones entre 350 a 1,200 mm, con una temporada de sequía de 5 a 9 meses.
Su destrucción se ha acelerado debido, entre otras causas a que su suelo es
propicio para la agricultura, por lo que ha sido substituido en gran parte por
cultivos diversos, o en algunas áreas, como la parte de “La huasteca” en
Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz, ha sido reemplazado por pastizales
artificiales para el ganado.
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El Matorral xerófilo reúne las
comunidades arbustivas de las zonas áridas y semiáridas de la República
Mexicana, con clima seco estepario, desértico y templado con lluvias escasas.
La temperatura media anual varía de 12 a 26 ° C. Su flora se caracteriza porque
presenta un número variable de adaptaciones a la aridez, como son la
microfilia, la presencia de espinas y la pérdida de hojas en temporadas
desfavorables, por lo que hay numerosas especies de plantas que sólo se hacen
evidentes cuando el suelo tiene suficiente humedad. En este aspecto llama la
atención la “gobernadora” Larrea tridentata que no presenta ninguna de
estas adaptaciones y que puede vivir en condiciones de extrema aridez. Los
matorrales xerófilos presentan una gran diversidad de formas existiendo
diferentes tipos como son el Mezquital (con huizachal o Acacia spp.); el
Matorral crasicaule (Carnegia gigantea o Sahuaro, Pachycereus
spp. o cardón), el Matorral sarcocrasicaule (Opuntia spp. o chollas) el
Matorral sarcocaule (Bursera spp. o copal, Jatropha spp. o
matacora, Fourqueira spp. o ocotillo), el Matorral sarcocrasicaule de
neblina, el Matorral desértico micrófilo, el Matorral desértico rosetófilo, el
Matorral espinoso tamaulipeco (Cercidium spp o Palo verde, Castela
tortuosa o amargoso), el Matorral submontano (Helietta parviflora o
Barreta, Acacia berlandieri o guajillo) y Chaparral. El Chaparral está
constituido por especies arbustivas y arbóreas que difícilmente sobrepasan 12 m
de altura, como Arctostaphylos spp. o manzanita y Cercocarpus
spp. o Rosa de Castilla. La zona que los alberga es la de clima templado con
lluvias en invierno. En conjunto, los matorrales xerófilos, dadas las
condiciones climáticas en que se desarrollan, no son muy propicias para las
agricultura ni la ganadería intensiva, por lo que no han sido tan perturbados
por las actividades antropogénicas, aunque si por la extracción de ejemplares,
principalmente de cactus.
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Pastizal este tipo de vegetación se
encuentra dominada por las gramíneas o pastos. Los arbustos y árboles son
escasos, están dispersos y sólo se concentran en las márgenes de ríos y
arroyos. Aunque existen pastos casi en cualquier parte de nuestro país, estos
son más frecuentes en las zonas semiáridas del país. La precipitación media
anual es entre 300 a 600 mm, con 6 a 9 meses secos, con un clima seco estepario
o desértico. En general el aprovechamiento de los pastizales naturales en
nuestro país no es óptimo que aunado al sobrepastoreo impiden obtener un óptimo
rendimiento.
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La Sabana, donde el clima es tropical
con lluvias en verano, y los suelos se inundan durante la época de lluvias y se
endurecen y agrietan durante la de secas. Es común a lo largo de la Costa del
Pacífico, en el Istmo de Tehuantepec y a lo largo de la Llanura Costera del
Golfo en Veracruz y Tabasco. Aunque en este tipo de vegetación predominan las
gramíneas también existen plátanos y curcubitáceas, como el chayote,
chilacayote y calabazas. Aunque la principal actividad en esta zona es
ganadera, también se han desmontado grandes extensiones para cultivos de caña
de azúcar.
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La Pradera de alta montaña está
conformada por especies de pastos de pocos centímetros de altura, como Festuca
amplissima, Muhlenbergia macroura, Stipa ichu y Eryngium
spp. Se restringe en las montañas y volcanes más altos de la República
mexicana, a más de los 3,500 msnm, por arriba del límite de distribución de
árboles y cerca de las nieves perpetuas. Es frecuente en el norte de la
altiplanicie mexicana, así como en los llanos de Apan y San Juan, en los
estados de Hidalgo y Puebla. Aunque se desarrollan actividades de ganadería, la
principal actividad que se realiza en este tipo de vegetación es turística.
·
El bosque de Encino esta conformado por
especies del género Quercus o Robles, pudiendo presentar árboles de 6 a
8 o hasta de 30 metros. Se distribuyen casi por todo el país, desde nivel del
mar hasta 3,000 m de altitud, por lo que el clima varía de calientes o
templados húmedos a secos. La precipitación media anual varía de 350 mm a mas
de 2,00mm, la temperatura media anual de 10 a 26 ° C. En general está muy
relacionado con bosques de pinos, por lo que las comunidades de pino-encino son
las que tiene la mayor distribución en los sistemas montañosos del país, y son
a su vez, las más explotadas en la industria forestal de México, ya que los
encinos se usan para obtener leña y carbón (Challenger, 1998). A los árboles de
los bosques de encino se les caen las hojas en cierta temporada del año.
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El bosque de coníferas se encuentra
generalmente en regiones templadas y semifrías, y montañosas, característico de
muchas zonas del país presentando una amplia variedad de diversidad florísitca
y ecológica. Dentro de este tipo de vegetación, el bosque de pinos es el de
mayor importancia, representado por el género Pinus, que se distribuye
desde los 300 hasta los 4,200 msnm. Le sigue en importancia el bosque de Oyamel
representado por el género Abies, que se distribuyen en diversas sierras del
país, principalmente en el Eje Neovolcánico, entre los 2000 a los 3,400 m de
altura, en zonas de clima semifrío y húmedo. Los bosques de pino y de abeto
están siempre verdes, es decir, la mayoría de los árboles de estos bosques
conservan sus hojas durante todo el año. El bosque de coníferas junto con el de
encino representan uno de los recursos forestales económicos más importantes de
nuestro país (Jiménez et al, 2001). Cerca del 80 % del volumen total anual de
madera producida proviene de los pinos (Pinus spp.) de la Sierra Madre
Occidental; principalmente de los estados de Chihuahua y Durango y del Eje
Neovolcánico Transversal, del estado de Michoacán (Challenger, 1998). En los
últimos años y debido al aumento en la demanda de diversas materias primas como
la madera, la pulpa para papel y la resina se ha intensificado su explotación.
Aunado a esto, los programas de reforestación no han tenido el impacto esperado
dando como resultado un aumento de áreas deforestadas.
·
El Bosque mesófilo de montaña,
denominado también bosque de Niebla se desarrolla generalmente en sitios con
clima templado y húmedo, en altitudes de 800 a 2,400 msnm, por lo que sus
temperaturas son muy bajas, llegando incluso a los 0° C. Durante la época de
lluvias, que dura de 8 a 12 meses, prácticamente llueve todo el día, por lo que
este tipo de bosque se observa verde todo el año. Se distribuye de manera
discontinua por la Sierra Madre Oriental, desde el suroeste de Tamaulipas hasta
el norte de Oaxaca y Chiapas y por el lado del Pacífico desde el norte de
Sinaloa hasta Chiapas, encontrándose también en pequeños manchones en el Valle
de México. Tiene una gran diversidad y riqueza de elementos epífitos,
particularmente orquídeas y conforma comunidades densas, generalmente de hasta
35 m de alto (Rzedowski & Equihua, 1987). Ejemplos de las principales
especies que lo forman son el Liquidambar styraciflua, el Quercus
spp. Tilia spp., Podocarpus reichei y Nephelea mexicana,
entre otras. Lamentablemente este hermoso ecosistema que es sin duda uno de los
más atractivos por su exuberante vegetación y por la niebla que lo cubre al
amanecer y al anochecer, es sumamente frágil y está muy afectado por las
diversas actividades humanas, como la agricultura de temporal, la ganadería y
la explotación forestal, al grado de que actualmente su distribución en México
apenas abarca una décima parte del 1 % de la que tenía en los años 70.
Ecosistemas acuáticos
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Pantano. Este ambiente se origina en áreas
inundadas temporal o permanentemente por agua dulce o salada (estos últimos son
anegaciones costeras comúnmente llamadas marismas). Los pantanos de agua dulce
poseen suelos poco o nada permeables (como arcillas y limos), por ello es que
se inundan; suelen ubicarse en terrenos interiores, en los que confluyen aguas
de una cuenca cerrada o bien, en valles de ríos que han disminuido su caudal.
Entre la vegetación predominante de este ecosistema se encuentran:
cañas, carrizos, escobillas, juncos, mimbres, sauces, etc. Algunas de estas
plantas llegan a ser tan abundantes que forman un propio ecosistema, tal es el
caso del popal y el tular.
En tanto, la fauna se compone de cigüeñas jabirú, cocodrilos de pantano,
iguanas, nutrias, ranas, ratones almizcleros y algunos felinos. Según datos de
la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, los principales pantanos
de México se ubican en los estados de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y
Yucatán.
·
Estuario.La laguna costera, como también se le
conoce, es el ecosistema que forman los cuerpos de agua ubicados en la unión de
un río con el mar; así, se caracteriza porque cuenta con una mezcla de agua
salada y dulce. La vegetación predominante en los estuarios son juncos y eneas,
además de fitoplancton. En tanto, la fauna común incluye: águilas pescadoras,
camarones, caracoles, garzas, jaibas, langostas y abundantes peces. Según la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, México cuenta con 137
lagunas costeras, de las cuales 92 se ubican en el litoral del Pacífico y 45 en
el Golfo de México y el Caribe; las más sobresalientes se localizan en los
estados de Campeche, Chiapas, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tabasco,
Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Los estuarios suelen estar cerca de marismas,
estancamientos de agua salada y dulce en los que la vegetación predominante es
herbácea, los cuales constituyen otro rico ecosistema.
·
Manglar. Este ecosistema de transición entre las
zonas terrestres y marinas es uno de los más ricos y diversos en el mundo. Para
su desarrollo precisa de clima cálido, temperaturas entre 20 y 25 grados
centígrados y suelo con textura fina. La vegetación predominante es el mangle
(de ahí su nombre); esta especie y otros helechos de mangle, también frecuentes
en estas zonas, pueden alcanzar alturas de 2 a 25 m y cuentan con adaptaciones
especiales, como raíces para sujetarse de los suelos fangosos y órganos que
eliminan las sales del agua en la que habitan. La fauna reúne ánsares azules,
gallaritas, patos golondrinos, pericos, tapires, lagartijas, culebras, víboras
y varios peces que escogen este lugar para desovar o alimentarse. Según datos
de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, los
manglares ocupan 488 mil 367 hectáreas de la República, de las cuales el 57 por
ciento se localizan en el litoral Pacífico y 43 por ciento en el Golfo de
México.
·
Arrecife de coral.Es un ambiente marino muy famoso
por sus curiosas estructuras y su colorida diversidad biológica. Este
ecosistema se desarrolla en aguas claras y poco profundas, en lugares con
climas cálidos tropicales donde la temperatura nunca es inferior a 16 grados
centígrados. El arrecife se forma de la acumulación de esqueletos de corales,
moluscos y algas calcáreas; los corales vivos crecen sobre los esqueletos de
los ya muertos, por tanto, en condiciones apropiadas, este ecosistema se eleva
de 1 a 100 cm. al año. La vegetación se compone de algas y fitoplancton; la
fauna, en tanto, es muy extensa, por nombrar algunas especies, se pueden
hallar: anguilas, cangrejos, caracoles, erizos, esponjas, gusanos tubícolas,
langostas, morenas, pulpos, tiburones, etc. Según la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, los arrecifes de coral se distribuyen a lo largo
de las costas del país, principalmente en Baja California Sur, la zona del
Caribe y Veracruz.